domingo, 25 de septiembre de 2011


...Te ofrezco mi mirada, no es mucho pero tampoco es nada (quizás la necesites más que yo

 cuando pienses en mi)

Te ofrezco sin mal ni medidas mi mareo, mi calma, mi risa, mi ocaso, mi manera de curar las 


heridas, mi pasión, mi razón es que estás en mi corazón. Por eso vengo a ofrecerte lo que


 vivo, lo que ando, lo que ves, lo que soy, agarra fuerte mi mano que también te la doy...

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